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lunes, 19 de diciembre de 2011

Alto voltaje y mucho espectáculo en el primer concierto de Rihanna en Barcelona.

La aparición en escena de la cantante caribeña fue de lo más grandiosa. Fuegos artificiales aparecieron de las cuatro pantallas gigantes redondas que abrieron para dejar entrar a Rihanna dentro de una cápsula transparente de la que salió cantando su sencillo de 'Only Girl in The World', y bailando sobre unos tacones amarillos y  con una chaqueta azul eléctrico.
Ocho bailarines, nueve pantallas gigantes, una cinta transportadora sobre el escenario, mucho humo, vídeo-clips frenéticos, un espectacular juego de luces y una plataforma hidráulica arroparon a la cantante, que en el segundo tema se quito la chaqueta para quedarse en biquini. Tras un par de temas muy bailables, entre ellos 'Shut up and drive', llegó el turno a los ritmos reagge de 'Man down' y el primer cambio de ropa de la cantante. En la segunda parte del espectáculo los bailarines se vistieron de negro y Rihanna apareció con un body negro y bailó con las manos atadas con cuerdas y esposas. Luego ha venido otro cambio de vestuario y se ha impuesto la estética de guerra, con cañón sobre el escenario incluido. Una nueva plataforma permitió a la cantante de Barbados acercarse más al público y tocar la batería con mucha energia. Los presentes enloquecierono con 'Live your life' y los gritos de "Barcelona! Are you ready?" que lanzo la caribeña de 23 años. El público agoto las localidades y en el Palau Sant Jordi se congregaron 18.000 espectadores, principalmente jóvenes y adolescentes, algunos niños y acompañados de sus padres. Los espectadores se rindieron a la diva demostrandolo con énfasis cuando le llego el turno a canciones como "What's my name?" o "Umbrella", que los presentes bailando con brazos en alto y cantando la letra. Pero fue el último tema, "We found love", el que hizo temblar los cimientos del Palau Sant Jordi.

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