Ocho bailarines, nueve pantallas gigantes, una cinta transportadora sobre el escenario, mucho humo, vídeo-clips frenéticos, un espectacular juego de luces y una plataforma hidráulica arroparon a la cantante, que en el segundo tema se quito la chaqueta para quedarse en biquini. Tras un par de temas muy bailables, entre ellos 'Shut up and drive', llegó el turno a los ritmos reagge de 'Man down' y el primer cambio de ropa de la cantante. En la segunda parte del espectáculo los bailarines se vistieron de negro y Rihanna apareció con un body negro y bailó con las manos atadas con cuerdas y esposas. Luego ha venido otro cambio de vestuario y se ha impuesto la estética de guerra, con cañón sobre el escenario incluido. Una nueva plataforma permitió a la cantante de Barbados acercarse más al público y tocar la batería con mucha energia. Los presentes enloquecierono con 'Live your life' y los gritos de "Barcelona! Are you ready?" que lanzo la caribeña de 23 años. El público agoto las localidades y en el Palau Sant Jordi se congregaron 18.000 espectadores, principalmente jóvenes y adolescentes, algunos niños y acompañados de sus padres. Los espectadores se rindieron a la diva demostrandolo con énfasis cuando le llego el turno a canciones como "What's my name?" o "Umbrella", que los presentes bailando con brazos en alto y cantando la letra. Pero fue el último tema, "We found love", el que hizo temblar los cimientos del Palau Sant Jordi.

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